¿QUÉ HACER EN LAS CRISIS DE KUNDALINI?
Al principio la energía kundalini, se presenta en potentes olas, arruina el sueño y hace que a veces el cuerpo se contraiga y patalee inconscientemente de un modo que llena de terror y pánico a los afectados.
Se mezclan las imágenes y sensaciones, de temas arquetípicos, modelos míticos y religiosos. El miedo lo tapa todo, es el tema central.
Hay que aprender a que el sistema nervioso se acostumbre a estos ámbitos de experiencia, poco a poco, dando tiempo para una asimilación de la “sombra” que ha sido iluminada.
Es importante el contacto con la tierra durante la crisis, por ejemplo trabajando en el jardín. Al principio los afectados no tendrán ganas de nada, pero tendrán que ser motivados de la manera que mejor les vaya.
Realizar actividades sencillas y artesanales que no exigen mucho intelecto. Actividades como limpiar, recoger, dar largos paseos por la naturaleza. Todo debe estar orientado al contacto con el suelo y tener siempre relación con la materia.
La dieta debe ser sana pero más pesada. Ahora mejor asado de carne (por ejemplo) que vegetales.
Los ejercicios espirituales deben ser aparcados, especialmente la meditación con los ojos cerrados.
A veces no se podrá pasar sin tranquilizantes o somníferos.
Bajo la protección de ese contacto con la tierra, se puede intentar terapéuticamente crear orden en el mundo de imágenes cuya abundancia enferma al paciente. Sobre todo al final de la crisis, porque frecuentemente aumenta la necesidad de ordenar y ejercitarse en aceptar las experiencias vividas.
El descanso y la actividad deben combinarse en la proporción correcta.
Adquirir el máximo equilibrio entre las ganas de hacer el camino hacia el interior muy rápido o por el contrario quedarse “dormido en los laureles”.
Tomar ejemplo de los indios, que parten de la base de que hay que tener raíces firmemente ancladas en la Madre Tierra para levantar la cabeza hacia el Padre Cielo.
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